Estoy viendo un programa en la tele donde los guitarristas mas famosos se expresan sobre sus guitarras, y escucho los mas diversos comentarios, sobre lo que sienten cuando la tienen entre sus manos y lográn expresarse a través de ella.
No pude evitar relacionarlo con lo que me pasa con mis cámaras, si bien la música es una expresión distinta a la fotografía, los instrumentos que utilizamos para expresar nuestra veta artistística nos genera las mismas emociones.
Me lleva reflexionar cuanto quiero a mis cámaras, cuanto las cuido, cuanto las trato con ternura, con delicadeza, sintiendo que si me faltaran me dolería mucho, me faltaría algo muy importante para mi, porque no son una simple máquina, son una extensión de mi. Lo que logro plasmar a través de ellas es un reflejo de mi persona, cuan sensible estoy al entorno, cuan inspirado y creativo estoy. Por eso detrás de muchas de mis fotos hay una historia, en la mayoria íntima, en otras, una historia para contar, y es lo que hago, contarlas en este blog, para quienes lo leen y para mi, para volver a este rinconcito que se va enriqueciendo con historias, y leerlas cada tanto, me lleva a un reencuentro conmigo mismo.
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